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Pablo Finamore durante la representación en Taberna El Fin del Mundo. Foto: Carolina Sánchez |
Hijo de mil (Concierto de palabras putas)
El Salvaje Teatro
Taberna El Fin del Mundo, 17 de enero de 2015

La obra se presenta por vez primera en la Taberna El Fin del Mundo, como un pre-estreno de lo que será su andadura por escenarios argentinos (desde el 14 de febrero en Buenos Aires) y, aunque iba a tener una única presentación, el entusiasmo del público y quienes quedaron sin poder asistir han provocado que, antes de su partida a tierras argentinas, vuelva al mismo escenario (de nuevo, con entrada libre) el próximo domingo 31 de enero (ver la convocatoria aquí).
El argumento de la obra nos presenta a un desesperado Gustav Mahler que, enterado de la infidelidad de su esposa Alma, se presenta ante un psicoanalista para que le aconseje sobre sus angustias matrimoniales. Es cuando, al compás de un piano que va pulsando las emociones, aparece la dicotomía madre-vírgen/madre-puta y la dificultad del célebre compositor tardo-romántico en aceptar el sexo en la mujer, sobre todo en la madre y en la esposa. La dinámica de la adaptación lleva por momentos al espectador a una especie de catarsis que reivindica el derecho a sentirse sexual, a ser un hijo de puta y no un hijo de vírgen. Finamore traduce los vacíos de Mahler y los consejos del psicoanalista en gestos intencionados, en palabras y entonaciones muy marcadas y, en suma, en una representación que reivindica el difícil trabajo del monólogo serio (aunque tenga humor en su texto), que resalta el encanto (de encantamiento) de las palabras seduciendo con su dicción a los espectadores y que pone de manifiseto, una vez más, la magia del teatro en vivo.