viernes, 14 de octubre de 2016

Sonita



Rokhsareh Ghaem Maghami
Sonita
Irán, Alemania, Suiza, 2015. 91 minutos
Docs Barcelona / Cameo, 2016

Es emocionante ver la voluntad de hierro de una joven de 18 años por lograr su sueño. Puede que esto parezca más o menos fácil en circunstancias normales, esas que solemos disfrutar en nuestros occidentales y liberales países, pero se vuelve excepcionalmente difícil de conseguir en una sociedad como la afgana o, en menor medida, aunque también difícil, en la iraní, ambas tan restrictivas con lo que nosotros entendemos como derechos universales de las mujeres (o sea, los mismos que los de los hombres).
Sonita es el título de un documental que responde al nombre artístico de una muchacha afgana que tuvo que huir de su país por el avance de los talibanes y, siendo muy niña, llegó a Irán, sin papeles y para vivir en los suburbios de Teherán. Sorprendentemente, dada su precaria situación, allí encuentra algo de lo que en su país de origen ya no podía disfrutar: la escolarización, el derecho de aprender siendo mujer y el de poder desplazarse por la ciudad sin (relativos) problemas.
Pero, atención, esto no es una ficción. Se trata de un documental que refleja la realidad desnuda, sin artificios. Antes de llegar a Irán, Sonita ya tenía un sueño en Afganistán y quiere llevarlo a cabo en el país de acogida: ser cantante de rap. Una empresa descomunal en ese país, Irán, donde las mujeres tienen prohibido cantar (!!); y mucho menos en su país, Afganistán, donde los talibanes prohibieron la música occidental. Una empresa que se vuelve, incluso, mucho más complicada si tenemos en cuenta las tradiciones familiares a las que está fuertemente atada. Sobre todo, en relación con los asuntos que se refieren a las mujeres, quienes, siendo adolescentes, son sistemáticamente entregadas a matrimonios no deseados con hombres mucho mayores que ellas. Enlaces que suponen dinero, justificado como necesario para la economía familiar. Sonita ya tiene puesto precio a su venta: 9.000 dólares que la madre quiere conseguir a costa de cualquier cosa, incluso de la felicidad de su hija. Una irrespetuosa y terrible costumbre que se perpetúa en muchos países islámicos y que impiden el desarrollo personal de las mujeres desde que son niñas, condenándolas de por vida a individuos que ni quieren ni desean.


La directora iraní Rokhsareh Ghaem Maghami, que también interviene en las vicisitudes de la joven que quiere ser cantante, logra poner de manifiesto esta terrible tradición con un documento muy emocionante sobre la férrea voluntad de Sonita por lograr su sueño, tratando de no perjudicar los propósitos económicos de su familia en relación a su venta para el matrimonio. Gracias a su trabajo y pese a las muchas decepciones con las que se va topando, Sonita puede liberarse de ese entorno represivo y, por el éxito en YouTube de su videoclip Brides for Sale, canción inspirada en su lucha en contra de los matrimonios forzosos, se le abre una puerta a la esperanza de cambiar su destino. Un triunfo mediático que le hace ganar premios y ser becada en una institución estadounidense para completar su formación como cantante. Un triunfo personal de una mujer valiente, muy atrevida y tremendamente comprometida en contra de los problemas que acarrean las mujeres islámicas (y, por extensión, las mujeres en general) a lo largo de sus vidas.

Puedes ver el vídeo de Brides for sale pinchando aquí.
Puedes ver el trailer de Sonita pinchando aquí.