viernes, 15 de abril de 2016

The art of Menuhin



Yehudi Menuhin
The art of Menuhin
3 cds / Warner Classics, 2016

A modo de resumen de la magna caja recopilatoria de las grabaciones del violinista para EMI y Warner Classics (nada menos que 80 cds en cinco boxsets temáticos, 11 dvds y un libro de 250 páginas y tapa dura), se publica The art of Menuhin, un interesante triple cd con algunas de las piezas más destacadas del violinista estadounidense Yehudi Menuhin (1916-1999), uno de los más importantes violinistas del siglo XX, de quien precisamente este año se cumple un siglo de su nacimiento.
Un personaje casi legendario por sus interpretaciones en directo y por muchas de sus grabaciones, que sentaron cátedra y se convirtieron en referentes de generaciones venideras de violinistas, de él se dice que Albert Einstein (1879-1955) exclamó “¡Ahora ya sé que hay un dios en el cielo!” cuando escuchó a Menuhin en un concierto en Berlín en 1929, cuando el violinista tenía tan solo trece años. y justo 70 años después de pronuciada esa frase, moriría en esa misma ciudad, Berlín, en 1999, el mismo tiempo que duró la relación con la compañía discográfica EMI. La cuidada recopilación de tres discos está organizada temáticamente.
El primero de ellos se dedica a los conciertos para violín, con fragmentos en orden cronológico de obras de grandes genios de la música como Bach, Vivaldi, Vivaldi, Beethoven, Mendelssohn, Tchaikovsky, Brahms y Paganini, algunos de los cuales son verdaderos tesoros del mundo discográfico.
El segundo cd está dedicado a las sonatas para violín y otras composiciones de cámara en las que interviene como protagonista el instrumento del que Menuhin fue un genio absoluto. Contiene obras de Beethoven, Brahms, Schubert, Mozart, Bach, Cesar Franck y Fauré. El último disco se adentra en otras composiciones no compuestas originalmente para violín pero que, en distintas transcripciones, grabó Menuhin. Aquí podemos encontrar composiciones de Brahms, Locatelli, Corelli, Schubert, Dvorak, Leo Delibes, Debussy, Kreisler, Rossini, Ravi Shankar y Max Harris.


Un triple disco que recorre muchos estilos compositivos pero que tienen todos el aire y la maestría indiscutible de uno de los grandes genios del violín de todos los tiempos. El que fuera niño prodigio (a los diez años ya era un violinista de fama mundial), fundó cerca de Londres la Escuela Menuhin en 1963 para descubrir nuevos talentos en el arte de la interpretación y, en 1977, la Menuhin Music Academy, en Suiza, para potenciar la maestría de los jóvenes músicos graduados, desarrollando un programa pedagógico propio que sigue desarrollándose en la Internacional Yehudi Menuhin Foundation y en la Fundación Yehudi Menuhin España, cuyo fin es la educación en valores, considerando que la música y otras artes (teatro, danza, artes plásticas) deben formar parte de la educación cotidiana y ser accesible a todos para poder acercarnos a una sociedad más igualitaria y tolerante.
Durante la Segunda Guerra Mundial, Menuhin llevó a cabo multitud de conciertos para las tropas aliadas y, en junio de 1945, junto al compositor inglés Benjamin Britten (1913-1976), realizaron un concierto el campo de Bergen-Belsen ante los sobrevivientes de los campos de concentración. En 1947 ofreció varios conciertos con la Filarmónica de Berlín bajo la dirección de Wilhelm Furtwängler (1886-1954) como un acto de reconciliación tras la contienda, siendo el primer músico judío en tocar en Alemania tras el holocausto nazi.
Una personalidad implicada, comprometida con la sociedad y con los valores de la tolerancia y de la cultura como medio de alcanzarlos, que ha dejado un legado inmenso de grabaciones (todas en el magno cofre The Menuhin Century) y que ha servido y sigue sirviendo de ejemplo como músico y como persona. Y, lo que importa en este caso, como un gran artista inigualable que llevó el violín a cotas de arte mayúsculo.

Puedes ver un vídeo de Yehudi Menuhin interpretando Calabrese, Wals en Mi menor, Op. 34, de Antonio Bazzini, junto al pianista Adolph Baller pinchando aquí.