viernes, 20 de noviembre de 2015

Historias para no dormir

Fotogramas de El asfalto (izquierda) y El televisor

Narciso Ibáñez Serrador
Historias para no dormir
Pack de 8 dvds / TVE / 39 Escalones Films, 2015

Hace unos días conversaba con un estupendo actor de teatro acerca de la calidad de las interpretaciones que hoy día se ofrecen en las series televisivas. Sin dejar de respetar el trabajo de cada actor, la fórmula de grabación rápida que parece exigir el mundo actual para casi cualquier cosa, hace que los intérpretes solo conozcan el fragmento que tienen que memorizar en un rato y grabar casi de inmediato, sin tener conocimiento global de la historia que se realiza, lo que acaba siendo un lastre en cuanto a la calidad final del trabajo. Muchos de esos actores son, por otro lado, caras famosas sin demasiada (incluso, sin ninguna) formación actoral sobre los escenarios de los teatros.
Hoy, revisando la estupenda reedición de la famosa serie televisiva Historias para no dormir, realizada para TVE desde 1966 por Narciso Ibáñez Serrador, me doy cuenta de qué necesaria es esa formación de los actores sobre las tablas de los teatros y, sobre todo, del conocimiento de los mismos de la obra completa (o del guión, en el terreno televisivo) para ofrecer una interpretación seria, creíble, con personajes que atrapan y con seguridad en que serán fieles a lo que desean representar.

Narciso Ibáñez Serrador en el set de grabación
En esto, precisamente, incide el argumento de Chicho Ibáñez Serrador en la presentación del primer capítulo de la serie. No pretendía crear una serie de sustos, de terrores fáciles, de efectos rápidos que sorprendan, pero que se olvidan rápido, sino que su intención era crear capítulos sobre historias fantásticas, de ciencia-ficción y de terror llenas de calidad, en cuanto a las adaptaciones o guiones originales y en cuanto al elenco actoral. Y eso se nota. Quizás nos parezcan ingenuas muchas de las historias (hemos visto tantas cosas en las multipantallas que hoy tenemos que es difícil sorprender), pero de lo que no cabe duda es de que son realizaciones (aún con los excasísimos medios de aquella época) muy cuidadas, muy bien grabadas y excelentemente interpretadas. En aquellos tiempos de tele única, esta serie era uno de los acontecimientos de los viernes por la noche, cuando se emitía. Y Chicho (que se recordará siempre por su famoso concurso Un, dos, tres... responda otra vez) sabía muy bien cómo presentar su programa a los telespectadores. Siguiendo de manera clara y confesada a su admirado Alfred Hitchcock, el mismo Chicho hacía de presentador de cada uno de los capítulos de la serie y nos preparaba con un fino toque humorístico para lo que estábamos a punto de ver. Al verlo hoy día, nos damos cuenta de que era un monstruo televisivo, con las ideas muy claras y una mirada clarividente sobre lo que debía ser el espectáculo televisivo.

Fotograma de El muñeco
La serie, rodada en los antiguos estudios de TVE en el Paseo de La Habana de Madrid, está compuesta por tres temporadas y varios episodios que se emitieron sueltos posteriormente; en total, 33 capítulos que hoy podemos disfrutar de nuevo en la reedición en ocho dvds realizada por 39 Escalones Films. Historias, unas basadas en relatos de escritores, como Ray Bradbury, Henry James, Guy de Maupassant, Edgar Allan Poe... Otros realizados por el propio Chicho con el seudónimo de Jaime Peñafiel, e, incluso, uno de ellos escrito sobre un relato del parapsicólogo Fernando Jiménez del Oso (que posteriormente se haría famosísimo con sus programa Más allá y La puerta del misterio sobre asuntos indescifrables), titulado El regreso, que se convirtió en uno de los episodios más terroríficos de la serie.

Fotograma de La bodega
Alguno de los capítulos se ha convertido, por su atrevimieto, su originalidad, su genial concepción de la puesta en escena, en verdaderos clásicos del cine de terror. Tal es el caso de El asfalto, basado en un relato de Carlos Buiza, e interpretado, como muchos otros, por el padre de Chicho, Narciso Ibáñez Menta, en el que un individuo comienza a ser tragado por un asfalto reblandecido por el calor en una ciudad con escenarios dibujados, y que fue galardonado con la Ninfa de Oro al mejor guión en el Festival de Montecarlo de 1967. Otro relato, que grabó fuera de las temporadas, ya en color y también interpretado por Ibáñez Menta, fue El televisor (1974). En esta ficción apocalíptica, el aparato televisivo se convierte en un peligro para la humanidad y de él, el propio Chicho afirmó que era su favorito de cuantos había realizado.
Hay para todos los gustos, terror gótico, más psicológico, fantasías científicas o misterios insondables. Algunos con un toque humorístico, otros muy serios. En ocasiones, por las dificultades de realización y los pocos medios de que disponían, emitían algún capítulo con películas filmadas en Estados Unidos (y dobladas con aquel acento portoriqueño típico de la época). Este pack contiene todos los episodios, todas las temporadas e, incluso, los episodios que se emitieron fuera de las temporadas. Y son muchas horas para pasar miedos, inquietudes o expectativas por los inventos que entonces se presuponían que debían llegar con el futuro (que ya es hoy).
¿Listos para no dormir?

Puedes ver la cabecera de presentación de cada episodio pinchando aquí.