martes, 23 de febrero de 2016

...y al volver la vista atrás



Enrique Morente
...y al volver la vista atrás
Sus primeras grabaciones en EMI/Hispavox (1966-1977)
Caja con 6 cds. Warner Music, 2015

El granadino Enrique Morente (1942-2010) es, sin duda ninguna, una de las más importantes figuras renovadoras del flamenco contemporáneo, junto a Camarón de la Isla (1950-1992) y a Paco de Lucía (1947-2014). Los tres juntos, ya pertenecen a la triada mítica de este estilo musical, atrevidos, inquietos, mestizos... que han contribuido de manera significativa la gran revolución del género, con aportaciones musicales que, sin olvidar la tradición y la ortodoxia, se han mezclado, prostituido, cruzado y, en definitiva, enriquecido con otras corrientes musicales.
A Morente se le conoce bien por una de sus grabaciones más arriesgadas, Omega (1996), que realizó en colaboración con el grupo de rock Lagartija Nick adaptando poemas de Federico García Lorca y canciones de Leonard Cohen. Y que se ha convertido en uno de los discos embemáticos de las nuevas corrientes del flamento, junto con La leyenda del tiempo (1979) de Camarón de la Isla o Fuente y caudal (1973), de Paco de Lucía.
Sin embargo, la carrera de Morente hasta Omega fue extensa y tiene fuertes enraizamientos en la ortodoxia del flamenco, aunque siempre apuntó maneras distintas de entender esta música.
Enrique Morente, en una foto publicitaria
de Hispavox de 1971. Foto: Ontañón
Es por eso que se celebra gratamente la reedición restaurada y remezclada de sus cinco primeros discos en EMI e Hixpavox, entre los años 1966 y 1977, que, junto a un novedoso disco de inéditos y rarezas, configura este pack titulado ...y al volver la vista atrás. Contiene además un libreto que analiza los inicios de la carrera de este artista genial, con una guía de escucha, La forja de un discípulo (muy aventajado), escrita por José Manuel Gamboa, uno de los grandes especialistas y productores del flamenco, que también se ha encargado de la producción artística de esta edición. En los textos destacan todos que la obra de Morente tiene un pie en el clasicismo y otro en la vanguardia, una mano en el conocimiento y otra en el atrevimiento, una mirada en la melodía y otra en la radicalidad. Los palos clásicos del género pasan por el tamiz del genio granadino y se lanzan a un mundo de expresiones novedosas para narrar los poemas de Miguel Hernández, homenajear a Antonio Chacón (1869-1929) o repasar los cantes antiguos del flamenco, un género que fue proclamado por la Unesco como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Un trabajo amplio, generoso, con un sonido mejorado, para dejarse llevar por una de las músicas más esencialmente españolas y que, con el tiempo, ha pasado de ser solo música popular para convertirse, gracias a la labor de artistas serios y gigantescos como Morente, en una de las grandes ramas de la música llamada culta (aunque la cultura musical siempre haya tenido su origen, precisamente, en las fuentes populares). Imprescindible.