lunes, 30 de noviembre de 2015

E-19


Mayte Alvarado
E-19
El Verano del Cohete, 2015

Allá, en aquel terruño tan aislado, vive un granjero hacendoso y con grandes habilidades. Conoce bien la tierra y sus animales, pero tiene un problema: se siente muy solo. La ajena compañía de sus gallinas, de los pájaros y de las nubes no es suficiente para que olvide su deseo más perentorio: disfrutar de la compañía de una mujer. Pero el caso es que por aquellos lares no suele pasar gente de ningún tipo. Así que no le queda más remedio que construirse una. Sí. construirse una mujer.
Mayte Alvarado regresa con sus delicados y fascinantes relatos ilustrados sin palabras; sin necesidad de ellas, porque en E-19 la imagen lo cuenta todo. Unos dibujos elegantes y sencillos que transmiten toda la complejidad de una historia que tiene tantas complicaciones como la vida real, como la soledad vital que siente tanta y tanta gente en el mundo. Mayte logra transmitir poesía con sus dibujos de esta mujer mecánica y su constructor con peto y camisa de cuadros que, en algunos casos recuerda historias de otros relatos y narraciones, como la del moderno Prometeo que fue Frankenstein o la de la mujer-robot de la película Metrópolis (Fritz Lang, 1927) aunque, en este libro, sin la sensación de terror o de miedo que pudieran transmitir aquellas, sino la de una placidez melancólica de que la vida transcurre como debe transcurrir y que las cosas surgirán cuando deban surgir.
Lo que sí consigue nuestro granjero inventor es que florezca la belleza en esta historia que esconde el afán de comunicación y de compartir que tiene el espíritu humano. Un precioso libro ilustrado, un bonito cuento, una vez más, de Mayte Alvarado, autora también de Miss Marjorie, una historia de seudo-fantasmas de la que ya hablamos en el número 1 de nuestra revista La Ignorancia (ver y descargar aquí).

jueves, 26 de noviembre de 2015

Un océano de amor


Wilfrid Lupano y Grégory Panaccione
Un océano de amor
Un océan d’Amour
Reservoir Books / Penguin Random House Mondadori, 2015

Una maravilla. De la narración y del grafismo. Sin diálogos, aunque con más palabras que un libro lleno de ellas. Como dice Paco Roca en el prólogo, es casi un sacrilegio hacer comentarios de una historia muda, en la que las imágnenes lo cuentan todo sin necesidad de añadirle más detalles con las palabras. Yo, sin embargo, creo que, aún careciendo de texto, esta novela gráfica es un alarde narrativo. La dificultad de transmitir una historia se centra en cómo contar la misma de forma que entendamos a los personajes protagonistas y todas las visicitudes que sufren o disfrutan. Y Wilfrid Lupano realiza un ejercicio de virtuosismo a la hora de describir a un pescador de la costa bretona y a su señora, protagonistas de Un océano de amor, de los que podemos retener su cariño, sus deseos y sus enfados, sus rutinas y los momentos en los que disfrutan, podemos notar cómo sufren con la separación y cuánto desean estar de nuevo juntos. Sabemos con este texto mudo de la poderosa personalidad de la mujer de Monsieur (el pescador) y de cómo este, pequeñajo y sencillo, sabe salir de las dificultades que la vida le va presentando.
Además, Un océano de amor, es, como el título indica, un canto al amor sosegado, al que llema tiempo asentándose y que une a las personas con lazos más fuertes que el sexo o el mismo deseo. Y también es un alegato contra lo artificioso, voraz y veloz que la vida moderna, altamente consumista, nos ofrece constantemente; un alegato en favor de un regreso a lo natural, a la lentitud y al gusto por disfrutar de las cosas sencillas, amables, escasas y familiares.
Y ¿cómo puede contar tantas cosas un libro sin palabras? Sencillamente, ese guión tran bien estructurado, se convierte en una impresionante narración gráfica por obra y arte del ilustrador Grégory Panaccione, que, con un dibujo simpático y algo burlesco, con una tónica de color tirando al neutro, sin grandes efectos especiales en cuanto a las ilustraciones, logra transmitir toda la fuerza de esta historia hermosa que, seguro, deja un poso de emociones a quien la (lea) y disfrute.
Monsieur es un pescador bretón que con su barco pequeñajo y algo viejo sale todos los días a procurar el sustento en las aguas cercanas. Algo hastiado de las latas de sardinas que suelen servirle de comida durante sus trayectos navales y amigo de las gaviotas que siempre rodean su barco, un día, de forma inesperada, es arrollado por un gran buque pesquero de los de redes de arrastre que tanto esquilman el mar, y desaparece sin dejar rastro. A partir de ese momento, las aventuras más extrordinarias van a sucederle, pese a que hará todo lo posible por sobrevivir y regresar a su pequeño pueblo junto a su mujer querida que tanto añora. Esta, precisamente, angustiada por no saber de su marido saca reaños de su fuerza vital y sale en su busca, ssabiendo íntimamente que sigue vivo en algún lugar del mundo. Lo que a ella le va a ocurrir es, como poco, tan excepcional como lo que le está sucediendo a su marido.
Como un Drácula con los pies en nuestro mundo, esta historia narra un amor que recorre océanos y que ni las más furiosas olas, ni los más sorprendentes contratiempos va a poder detener. Un gran libro, que ha sido premio FNAC al mejor Cómic en 2015 en Francia, que, como dice la portada con mucho acierto y hermosas palabras, hay que “consumir preferentemente antes de que el océano ya no nos haga soñar”.

viernes, 20 de noviembre de 2015

Historias para no dormir

Fotogramas de El asfalto (izquierda) y El televisor

Narciso Ibáñez Serrador
Historias para no dormir
Pack de 8 dvds / TVE / 39 Escalones Films, 2015

Hace unos días conversaba con un estupendo actor de teatro acerca de la calidad de las interpretaciones que hoy día se ofrecen en las series televisivas. Sin dejar de respetar el trabajo de cada actor, la fórmula de grabación rápida que parece exigir el mundo actual para casi cualquier cosa, hace que los intérpretes solo conozcan el fragmento que tienen que memorizar en un rato y grabar casi de inmediato, sin tener conocimiento global de la historia que se realiza, lo que acaba siendo un lastre en cuanto a la calidad final del trabajo. Muchos de esos actores son, por otro lado, caras famosas sin demasiada (incluso, sin ninguna) formación actoral sobre los escenarios de los teatros.
Hoy, revisando la estupenda reedición de la famosa serie televisiva Historias para no dormir, realizada para TVE desde 1966 por Narciso Ibáñez Serrador, me doy cuenta de qué necesaria es esa formación de los actores sobre las tablas de los teatros y, sobre todo, del conocimiento de los mismos de la obra completa (o del guión, en el terreno televisivo) para ofrecer una interpretación seria, creíble, con personajes que atrapan y con seguridad en que serán fieles a lo que desean representar.

Narciso Ibáñez Serrador en el set de grabación
En esto, precisamente, incide el argumento de Chicho Ibáñez Serrador en la presentación del primer capítulo de la serie. No pretendía crear una serie de sustos, de terrores fáciles, de efectos rápidos que sorprendan, pero que se olvidan rápido, sino que su intención era crear capítulos sobre historias fantásticas, de ciencia-ficción y de terror llenas de calidad, en cuanto a las adaptaciones o guiones originales y en cuanto al elenco actoral. Y eso se nota. Quizás nos parezcan ingenuas muchas de las historias (hemos visto tantas cosas en las multipantallas que hoy tenemos que es difícil sorprender), pero de lo que no cabe duda es de que son realizaciones (aún con los excasísimos medios de aquella época) muy cuidadas, muy bien grabadas y excelentemente interpretadas. En aquellos tiempos de tele única, esta serie era uno de los acontecimientos de los viernes por la noche, cuando se emitía. Y Chicho (que se recordará siempre por su famoso concurso Un, dos, tres... responda otra vez) sabía muy bien cómo presentar su programa a los telespectadores. Siguiendo de manera clara y confesada a su admirado Alfred Hitchcock, el mismo Chicho hacía de presentador de cada uno de los capítulos de la serie y nos preparaba con un fino toque humorístico para lo que estábamos a punto de ver. Al verlo hoy día, nos damos cuenta de que era un monstruo televisivo, con las ideas muy claras y una mirada clarividente sobre lo que debía ser el espectáculo televisivo.

Fotograma de El muñeco
La serie, rodada en los antiguos estudios de TVE en el Paseo de La Habana de Madrid, está compuesta por tres temporadas y varios episodios que se emitieron sueltos posteriormente; en total, 33 capítulos que hoy podemos disfrutar de nuevo en la reedición en ocho dvds realizada por 39 Escalones Films. Historias, unas basadas en relatos de escritores, como Ray Bradbury, Henry James, Guy de Maupassant, Edgar Allan Poe... Otros realizados por el propio Chicho con el seudónimo de Jaime Peñafiel, e, incluso, uno de ellos escrito sobre un relato del parapsicólogo Fernando Jiménez del Oso (que posteriormente se haría famosísimo con sus programa Más allá y La puerta del misterio sobre asuntos indescifrables), titulado El regreso, que se convirtió en uno de los episodios más terroríficos de la serie.

Fotograma de La bodega
Alguno de los capítulos se ha convertido, por su atrevimieto, su originalidad, su genial concepción de la puesta en escena, en verdaderos clásicos del cine de terror. Tal es el caso de El asfalto, basado en un relato de Carlos Buiza, e interpretado, como muchos otros, por el padre de Chicho, Narciso Ibáñez Menta, en el que un individuo comienza a ser tragado por un asfalto reblandecido por el calor en una ciudad con escenarios dibujados, y que fue galardonado con la Ninfa de Oro al mejor guión en el Festival de Montecarlo de 1967. Otro relato, que grabó fuera de las temporadas, ya en color y también interpretado por Ibáñez Menta, fue El televisor (1974). En esta ficción apocalíptica, el aparato televisivo se convierte en un peligro para la humanidad y de él, el propio Chicho afirmó que era su favorito de cuantos había realizado.
Hay para todos los gustos, terror gótico, más psicológico, fantasías científicas o misterios insondables. Algunos con un toque humorístico, otros muy serios. En ocasiones, por las dificultades de realización y los pocos medios de que disponían, emitían algún capítulo con películas filmadas en Estados Unidos (y dobladas con aquel acento portoriqueño típico de la época). Este pack contiene todos los episodios, todas las temporadas e, incluso, los episodios que se emitieron fuera de las temporadas. Y son muchas horas para pasar miedos, inquietudes o expectativas por los inventos que entonces se presuponían que debían llegar con el futuro (que ya es hoy).
¿Listos para no dormir?

Puedes ver la cabecera de presentación de cada episodio pinchando aquí.

jueves, 19 de noviembre de 2015

El último fuego


Nixon
El último fuego
Linier Discos, 2015

Nixon vienen de Almería y se presentaron en 2008 con un disco ep con el que mostraban sus apetitos por contar cosas en el mundo del pop-rock de formación clásica, dos guitarras (Dani y Juanmi), bajo (Sergio), batería (Pedro) y voz (Alejandro) y con un puntito indie, al menos en las letras, que no tanto en el acabado musical. Pero, si nos atenemos a lo estricto del sentido de la palabra, Nixon son independientes de verdad, como tantas otras bandas que han surgido en los últimos tiempos, peleándose cada pasito que dan en el difícil mundo del espectáculo. Ahora, casi ocho años después, presentan su segundo trbajo grabado, lo que viene a ser su debut largo, El último fuego, producido por Emilio Mercader y logrado gracias a una campaña de crowdfunding que les facilitó la financiación necesaria para ello. En palabras de la banda, El Último Fuego “nos presenta una reflexión sobre el ser humano y su relación con el universo, un disco conceptual que posee Preludio, Interludio y Postludio, donde cronológicamente se narra un viaje que va desde el Big Bang hasta nuestros días”.
Nada menos. Una apuesta ambiciosa cuyo resultado tiene, sin duda, un sonido impecable y un trabajo de voces y de letras digno de interés, experimentando con sintetizadores, y envolviendo todo con guitarras espaciales que dan mayor magnitud al sonido y un aspecto mucho más reflexivo a su propuesta

Puedes ver el vídeo de Echo de menos Berlín pinchando aquí.

martes, 17 de noviembre de 2015

Grey tickles, black pressure

John Grant. Foto Michael Berman

John Grant
Grey tickles, black pressure
Bella Union / Pias Iberia, 2015

Es de ese tipo de artistas que van creciendo y creciendo, casi sin que uno se dé cuenta y, de repente, están convertidos en verdaderas estrellas en el firmamento de la creatividad de la música popular. De esos que, poco a poco, van haciéndose imprescindibles en los escenarios más contemporáneos si quieren seguir siendo contemporáneos. El estadounidense John Grant llega a su cuarto disco en solitario, Grey tickles, black pressure, sintiendo cosquillas grises (que alude a la crisis de la mediana edad) en su espíritu oscurecido (como en una “pesadilla”, afirma), quizás con una intensa mirada entristecida hacia el mundo que está siendo hoy día, quizás con un poso de furia y de rabia por la impotencia que la actualidad nos dispara continuamente, aunque sin olvidar que la vida tiene también momentos de esperanza y de alegría, sobre todo en las fronteras que se abren en el tú a tú.
Son doce canciones y dos monólogos que abren y cierran el disco extraídos ambos de una cita bíblica, la primera carta a los Corintios, capítulo 13, en la que se incide sobre la necesidad del amor por encima de todo tipo de sabidurías, de riquezas y de poderes, algo, por otra parte, que funciona como una constante en la carrera del compositor. Aún queda lugar para la esperanza en el corazón de Grant. Y lo demuestra con unas melodías fabulosas como la de la canción que da título al disco, capaz de enamorar por su cadencia, o la más clásica y hermosa Down here, donde crea una combinación muy a The Smiths o a Richard Hawley entre mayores y menores que emociona. Otros temas tienen un punzante acabado funky, aporte del teclista Bobby Sparks, según el propio John Grant. El rítmico tema Disappointing cuenta con la colabroación vocal de la cantante Tracey Thorn, una de las dos mitades del dúo Everything but the Girl, todo un lujo para una canción que tiene visos de convertirse en un clásico con ese aire bowiano que tiene.
Atrás quedaron los tiempos de la banda The Czars, en la que militó cerca de diez años, aunque en el fondo, grant sigue siendo un músico alternativo, afín a las melodías tradicionales del pop, pero con muchos matices que aportar en el desarrollo de la música popular. No tanto las colaboraciones que ha hecho y sigue haciendo con otras estrellas del firmamento del pop como Elton John, Sinéad O’Connor o Goldfrapp. Hoy, tenemos un nuevo trabajo que nos permite disfrutar del mejor Grant.

Puedes ver el vídeo de Disappointing pinchando aquí.

lunes, 16 de noviembre de 2015

El Kraken despierta


John Wyndham
John Wyndham
El Kraken despierta
The Kraken wakes, 1953
Traducción: Alejandra Freund
Runas / Alianza Editorial, 2015

Conocido fundamentalmente por dos de sus novelas, El día de los trífidos (The day of the triffids, 1951) y Los cuclillos de Midwich (The Midwich Cuckoos, 1957), ambas con adaptaciones al cine, el escritor británico John Wyndham (1903-1969) tiene un tema principal que recorre casi toda su obra de forma sistemática: el miedo a la invasión. Si situamos temporalmente el momento histórico en el que escribió Wyndham, nos dremos cuenta de que la Guerra Fría estaba en su momento más intenso, con ambos bloques preparando a sus respectivas poblaciones y países aliados para un posible enfrentamiento, invasión o guerra con la otra parte. Algo que siempre ha utilizado el poder para mantener cohexionado y unido al pueblo a su alrededor (y que, como comprobamos diariamente, se sigue manteniendo) ha sido la de presentar a un enemigo terrible que pueda cambiar nuestro (apacible o no) modo de vida. Parece cosa de dictaduras (hoy Corea del Norte podría ser el ejemplo más claro) pero todo tipo de regímenes, democráticos o no, ha usado y sigue usando este recurso para mantener a los poderosos en el poder.
Hoy, quizás, este asunto está más vivo que nunca, con el eterno enfrentamiento entre palestinos e israelíes y el terrorífico enfrentamiento entre radicales árabes y pueblos (radicales o no) del llamado mundo occidental.
Wyndham fue construyendo una obra narrativa en la que seres procedentes del espacio exterior o de no se sabe bien dónde se disponiana a invadir nuestro mundo y a exterminar o a transformar la raza humana. En El día de los trífidos, uno de los grandes clásicos de la ciencia-ficción, el peligro eran unos invasores medio vegetales que dejaban ciegos y eliminaban al ser humano. En Los cuchillos de Midwich (adaptada al cine dos veces, en 1960 y en 1995 como El pueblo de los malditos), una extraña somnolencia invade a una pequeña aldea y, nueve meses después, todas las mujeres fértiles dan a luz a niños y niñas que son diferentes a los seres humanos y que tienen poderes para hacerse con el control de lo que pretenden que sea un nuevo mundo.
En este libro ahora reeditado por Alianza Editorial, El Kraken despierta, una serie de extraños objetos comienza a caer sobre mares y océanos y a desaparecer bajo las aguas profundas. PAsado un tiempo, los barcos que surcan esas aguas comienzan a ser destruidos misteriosamente. Nadie sabe qué los ataca, solo que el preligro viene de abajo, de las fosas abisales. Dos periodistas comienzan a investigar para una cadena de televisión modesta y poco a poco van descubriendo que el mundo ha sido invadodo desde el espacio por algo que se ha refugiado en el fondo de los mares.
Lo más interesante de la novela es el enfrentamiento político social de los dos bloque de la Guerra Fría, acusándose mutuamente de ataques con armas secretas mientras desconocen qué está haciendo desaparecer a los buques. También hace Wyndham una interesante reflexión sobre el papel de los medios de comunicación a la hora de expandir noticias (reales o falsas) que contribuyen a crear un clima de miedo entre las poblaciones. El mundo que relata el escritor británico está amenazado por seres aparentemente inteligentes que tienen la finalidad de exterminar a nuestra especie. Como lo está el mundo nuestro real de hoy que, día a día, recibimos a través de los medios de comunicación como peligrosamente expuesto a los peligros atroces que vienen de los terroristas del mundo árabe, creando, como se hizo en otra época con los comunistas o con los nazis o, más atrás, con tantos tipos de invasiones que han recorrido la historia de nuestra civilización, creando una psicosis colectiva ante el mal que viene de fuera (aunque sea injusto tantas y tantas veces). Este tema es lo que, precisamente, convierte a esta novela de hace más de 60 años, en un argumento de (tristemente) perfecta actualidad. Y es que parece que el ser humano no ha evoluciona tanto.

jueves, 12 de noviembre de 2015

The unknown


Mark Waid & Minck Oosterveer
The unknown
Aleta ediciones / Boom! Studios, 2015

¿Es mensurable la muerte? El escritor de guiones norteamericano Mark Waid, autor de algunos de los mejores guiones de superhéroes de Marvel y DC Comics, se mete de lleno en el terreno de lo oscuro, de los misterios que están más allá de la muerte, de los peligros que acechan tras de la puerta que da al más allá. The unknown (Lo desconocido) nos cuenta la terrible historia de Catherine Allingham, la investigadora privada máas famosa del mundo, que tiene sus días contados a causa de un maligno tumor cerebral. Es esto lo que la lleva a buscar por todos los rincones posibles algo que evite su próximo final. Y descubre a unos científicos bastante flipados que están investigando acerca del peso del alma, pues según sus investigaciones, el cuerpo pierde una cierta cantidad de gramos justo en el momento en el que el individuo fallece. Entre medias, los demonios que la persiguen, de los espíritus de algo siniestro que no desea que siga descubriendo cosas y de un extraño personaje que se le aparece, casi como representación de su cercana muerte. Junto a ella, James Doyle, un ex-gorila de bar y ayudante de la detective, que la ayudará a descubrir algunos de los más sorprendentes misterios de la vida... que da paso a la muerte.
La parte gráfica de este relato lleno de suspense y de accción corre a cargo de Minck Oosterveer, artista holandés fallecido hace ahora cuatro años en un accidente de moto. Su trabajo es una mezcla de oscuridad y sarcasmo, con unos personajes poderosos y una acción constante, con gran movimiento de las viñetas, una mezcla que aporta a la historia un toque cercano a las lecturas del famoso detective Sherlock Holmes, un personaje que, incluso, aparece entre las lecturas de la protagonista de esta historia.

Lee las primeras páginas pinchando aquí.