lunes, 26 de septiembre de 2016

El canto gregoriano en el Camino de Santiago



Coro de Monjes de Santo Domingo de Silos
El canto gregoriano en el Camino de Santiago
Director: Ismael Fernández de la Cuesta
2 cds. Warner, 2016

Que el Camino de Santiago es algo mundialmente famoso nadie lo pone en duda. Muchos acuden a sus senderos a invertir su tiempo de vacaciones de manera diferente a la comúnmente entendida como turística. Los hay que lo entienden como un reto personal, recorriendo kilómetros y kilómetros para llegar (o no) a la meta final, la Catedral de Santiago de Compostela. Hay quienes se sirven de los albergues que jalonan el camino como una manera de pasar unas vacaciones baratas con la posibilidad de conocer a mucha de la gente que por ellas transita.
No obstante, entre la gran cantidad de gente que discurre por el Camino, hay muchos que lo recorren como un acto de fe, por sus creencias religiosas y con un sentido muy espiritual de la ruta para llegar al fin al sepulcro del Apóstol Santiago, que es, en suma, el origen de esta ruta y lo que la justifica. El recorrido (o los recorridos, pues son muchos los caminos que llevan a Santiago) pasa por infinidad de lugares abarrotados de ermitas románicas, de monasterios, de puentes de piedra, de cultura antigua, que es, también, otro de los argumentos para recorrerlo.

Al finalizar la etapa 21 del Camino de la Lana, que parte de Alicante y se une al Camino Francés en Burgos, se llega a Santo Domingo de Silos, población burgalesa que acoge uno de los monasterios más famosos del país, una abadía benedictina cuyo origen se remonta al siglo VII.
En dicho recinto se encuentra una de las formaciones musicales más famosas, el Coro de Monjes del Monasterio de Santo Domingo de Silos. Así, si unimos los argumentos del Camino –peregrinos, cultura, fe, encuentros...–, podemos crear un documento al que solo le falta la banda sonora que lo convierta en una película vital que puede conformar una gran experiencia para muchos.
Ismael Fernandez de la Cuesta, musicólogo e intérprete, ha estudiado detenidamente el Códice Calixtino, el testimonio escrito más fiel a la liturgia del Camino de Santiago, un manuscrito copiado a mediados del siglo XII que sirvió de pauta o guía a los peregrinos de la época y que actualmente se conserva en la Catedral de Santiago. De él ha recopilado una serie de cantos del mismo repertorio sacro al que ha unido otros de la liturgia hispánica visigótica y del Antifonario mozárabe para que fueran interpretadas por el Coro del monasterio que, a la sazón, él mismo dirigía en el momento de las grabaciones. Una oportunidad para acercarse a la espiritualidad a la que puede acercar el Camino de Santiago (para quien la busque) o, simplemente, a la belleza misma de la música. Una música, el gregoriano, que, como bien apunta Fernández de la Cuesta, hoy escuchamos modificado por la reforma impulsada por el catolicismo romántico del siglo XIX, “lo que no invalida la propiedad histórica y arqueológica de este canto milenario, ni su calidad artística, cuando está bien cantado”.

Puedes escuchar el trailer de esta recopilación pinchando aquí.